Escrita por el célebre autor mexicano José Emilio Pacheco (1939-2014) y publicada por primera vez en 1981, “Las batallas en el desierto” es una obra que nos remonta a la Ciudad de México de la década de 1940. De la mano de este contexto, el autor nos presenta su visión de la posguerra, el inicio del mundo bipolar y la modernización de México. Entremezclando elementos como la nostalgia, la crítica social y la reflexión sobre el paso del tiempo, exploramos las experiencias de Carlos, el protagonista de la historia, quien recuerda cómo fue su transición de la niñez a la juventud.
A través de esta premisa, Pacheco utiliza hábilmente la voz de su personaje para explorar esta etapa llena de cambios personales y relacionarla con las transformaciones políticas, sociales y culturales de aquel momento. Gracias a su inigualable talento, el autor concibió una narrativa rica en detalles, capaz de evocar vívidamente la atmósfera de la Ciudad de México y de la colonia Roma, lugar donde se desarrolla la mayor parte de la historia
El título de “Las batallas en el desierto” hace referencia a un juego que acostumbraban jugar Carlos y sus amigos durante los recreos. Este elemento, que podría parecer meramente anecdótico, encierra un trasfondo más profundo, toda vez que los propios niños reconocen haberse basado en las luchas que por entonces se libraban en Medio Oriente, y cuyo escenario resultaba tan desértico como el patio de su colegio. Sin embargo, las “batallas” también puede ser una referencia a las luchas personales y emocionales que acompañan al personaje en su viaje de autodescubrimiento, reflejando el despertar de su conciencia individual en medio de tantas complejidades.
Hablando acerca del epicentro de la historia, ésta la encontramos en la relación entre Carlos y su amigo Jim, y cómo esta amistad se ve afectada luego de que Carlos conoce a Mariana, la madre de Jim. De inmediato, Mariana despierta una gran atracción en el protagonista, elemento cuya carga compleja y ambigua influye significativamente en el desarrollo de la trama. Desde un inicio, Mariana representa una figura inalcanzable y prohibida para Carlos, ya que está fuera de su círculo social y está vinculada a las expectativas y normas de la sociedad de la época.
No obstante, a partir de esta experiencia, Carlos se desarrolla como un observador lúcido de su entorno, cuestionando las normas y valores establecidos. A medida que la narrativa avanza, el lector se sumerge en las contradicciones y paradojas de una sociedad en transformación, dispuesta a abrazar las mieles del progreso material, pero no por ello dispuesta a trascender su hipocresía, o a cuestionar las normas morales sobre las que se cimentaban sus relaciones familiares, laborales o amistosas.
A manera de cierre, cabe considerar a “Las batallas en el desierto” como una obra maestra de la literatura mexicana contemporánea, la cual seguramente perdurará a lo largo del tiempo. Con melancolía y humor, Pacheco fue capaz de capturar la complejidad de la experiencia humana para dar vida a un relato emotivo, atrapante y crítico. Del mismo modo, la hábil combinación de elementos históricos y personales, nos ofrece una reflexión conmovedora sobre la naturaleza efímera de la juventud y la inevitable confrontación con las vicisitudes de la vida. La novela se erige como un testimonio atemporal de la condición humana. De ahí que cualquier lector pueda resonar con ella independientemente de su época o lugar.